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Rencientemente se ha señalizado un nuevo sendero que discurre por el melojar , para enlazar con la Vía Verde, a su paso por el Cerro. Aqui se observa el cartel explicativo que informa sobre esta masa forestal. Este itinerario parte desde las inmediaciones de las Casas de los Ingleses, donde se puede ver otro cartel con un plano, y en el que leremos la duración, longitud y grado de dificultad del recorrido, entre otras cosas. Descripción del cartel
EL REBOLLAR
Andalucía es una encrucijada de importancia vital en la conservación de la diversidad biológica europea. Ejemplo de esta biodiversidad son los rebollares (o melojares) y quejigares de Sierra Norte de Sevilla. Este tipo de bosques está formado por especies como el rebollo y el quejigo, ambos robles, y que representan un paso intermedio entre los robles del bosque atlántico de hoja caduca y los robles del bosque perennifolio de los climas secos (encina y alcornoque).
Son bosques denominados marcescentes, es decir, que las hojas de sus árboles se secan sin llegar a desprenderse durante la parada vegetativa invernal. Así, la hoja marchita permanece en el árbol hasta la primavera siguiente.
Estos bosques se desarrollan en las zonas más frescas del Parque Natural, que se localizan fundamentalmente en el norte de Constantina. En estos lugares, la elevada altitud (entre 700 y 900 m sobre el nivel del mar) suaviza las altas temperaturas del verano y favorece que se registren más precipitaciones que en el resto de la provincia. Son formaciones vegetales relictuales de épocas más frías y húmedas, por lo que han de refugiarse en zonas favorecidas. Conforme vamos descendiendo vuelven a dominar en el paisaje los alcornoques y las encinas, más adaptadas a la dureza del clima típicamente mediterráneo, caracterizado por un largo período de sequía estival y altas temperaturas. Actualmente los rebollares se hallan en retroceso. Sus principales amenazas han sido la tala excesiva, su eliminación para favorecer el desarrollo de alcornoques frente a rebollos, los incendios y el sobrepastoreo. Éstas, unidas a su poca adaptación al clima mediterráneo actual, con sus largos y cálidos veranos, hacen que cada vez que desaparece una masa boscosa de roble melojo o rebollo sea muy difícil recuperarla.
EL REBOLLAR
Andalucía es una encrucijada de importancia vital en la conservación de la diversidad biológica europea. Ejemplo de esta biodiversidad son los rebollares (o melojares) y quejigares de Sierra Norte de Sevilla. Este tipo de bosques está formado por especies como el rebollo y el quejigo, ambos robles, y que representan un paso intermedio entre los robles del bosque atlántico de hoja caduca y los robles del bosque perennifolio de los climas secos (encina y alcornoque).
Son bosques denominados marcescentes, es decir, que las hojas de sus árboles se secan sin llegar a desprenderse durante la parada vegetativa invernal. Así, la hoja marchita permanece en el árbol hasta la primavera siguiente.
Estos bosques se desarrollan en las zonas más frescas del Parque Natural, que se localizan fundamentalmente en el norte de Constantina. En estos lugares, la elevada altitud (entre 700 y 900 m sobre el nivel del mar) suaviza las altas temperaturas del verano y favorece que se registren más precipitaciones que en el resto de la provincia. Son formaciones vegetales relictuales de épocas más frías y húmedas, por lo que han de refugiarse en zonas favorecidas. Conforme vamos descendiendo vuelven a dominar en el paisaje los alcornoques y las encinas, más adaptadas a la dureza del clima típicamente mediterráneo, caracterizado por un largo período de sequía estival y altas temperaturas. Actualmente los rebollares se hallan en retroceso. Sus principales amenazas han sido la tala excesiva, su eliminación para favorecer el desarrollo de alcornoques frente a rebollos, los incendios y el sobrepastoreo. Éstas, unidas a su poca adaptación al clima mediterráneo actual, con sus largos y cálidos veranos, hacen que cada vez que desaparece una masa boscosa de roble melojo o rebollo sea muy difícil recuperarla.
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