Cerro del Hierro

Cerro del Hierro

TODAS LAS SETAS SE PUEDEN COMER, PERO ALGUNAS, UNA SÓLA VEZ


TODAS LAS SETAS SE PUEDEN COMER, PERO ALGUNAS, UNA SÓLA VEZ

Este dicho lo escuché hace poco en un documental sobre setas, al micólogo Paco Serrano. El mensaje no quiere decir otra cosa que extrememos las medidas en cuanto el consumo de las setas.
Es tiempo de lluvias y a partir del otoño, estos seres, brotan de la tierra por todos los rincones.
Ferias de muestras, Jornadas cinegéticas o micológicas, atraen cada año centenares de personas. Debido a la creciente afición a salir a pasear al campo, y a la amplia oferta de senderos y parajes que hay en la Sierra Norte, cada vez llega más gente interesada por los productos naturales como son los espárragos, las tagarninas, las collejas o las setas.
El consejo para todos sería, que lo que el campo da, lo da para todos. Recolectar con moderación, sabiendo qué es lo que se puede y lo que no. Y en el caso de setas y hongos
abtenerse de arrancar o pegar la patada a la que no sepamos cuál es, pues cumplen su misión dentro de la cadena ecológica.
Aparte, la recogida sin experiencia, puede producir situaciones muy peligrosas, y no hay un solo año donde no haya que lamentar víctimas por envenenamiento.
Como dice el encabezamiento, hay especies que aún consumiéndola en poca cantidad, pueden matar a una persona.
De niños siempre íbamos a por setas, hongos y faisanes. La Seta de cardo, la Gallipierna, el Hongo o Champiñón o los Faisanes de alcornoque, de saguaso y de jara.
Si una seta nos parecía rara no la cogíamos, y si un faisán se ponía azul, tampoco.
También preguntábamos siempre a gente “experta” del Cerro.
Otros tipos de setas como la de Espoláina o la de Álamo, las buscábamos en zonas de ribera.

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