Cerro del Hierro

Cerro del Hierro

VENCEJOS Y GOLONDRINAS




Los Vencejos, Aviones y Golondrinas siempre se han asociado a zonas pobladas
por los humanos. Con su deambular, alegran los meses estivales, cuando van y
vienen, portando material para sus nidos , o comida para sus pollos, y emitiendo
sus característicos gorjeos y chirridos. A veces parecen volar por simple diversión.
Los Vencejos comunes y pálidos, suelen criar en agujeros de edificios o en sus
tejados. Como indica su nombre, el segundo es de plumaje más claro, que sólo se
percibe si se observa desde una corta distancia. Su adaptabilidad al vuelo es tal que
incluso duermen mientras planean de noche, a gran altura y dando pequeñas
cabezadas .
El Vencejo real es considerada un ave de montaña, si bien anida en la Sierra
Norte, utilizando siempre una pequeña abertura natural en roca. Esta especie es
muy escasa, sin embargo en las migraciones postnupciales pueden verse bandadas considerables, volando hacia sus cuarteles en África. Tiene una gran envergadura que puede llegar a los 53 cm.
El Vencejo culiblanco cafre es el más raro y esporádico de estos cuatro Apódidos,
que es la
familia a la que pertenecen, y parece evidente su expansión en la Península Ibérica.
Los Aviones comunes son muy conocidos, y al ser de costumbres gregarias,
suelen hacer sus nidos de barro, apelotonados, bajo los aleros de los tejados.
Desde mediados de verano, los podremos ver en concentraciones que pueden
llegar a tener miles de individuos: los adultos con sus crías volanderas.
El Avión roquero, como el gran Vencejo real, prefiere zonas montañosas con
roquedos verticales en los que pueda anclar su nido, también hecho con barro.
A
veces lo hacen en pequeñas cavidades.
El Avión zapador es el de menor tamaño y el menos conocido, y por la zona del
Cerro lo he visto en paso migratorio.
Tiene la particularidad de ser el único que

construye sus nidos horadados en taludes , normalmente a orillas de algun curso
fluvial, y es bastante colonial.
La Golondrina común, es la más conocida, y de siempre, la más respetada.
Construye su nido de barro y paja, en cualquier porche o casa abandonada,
e
incluso a veces habitada.
Hay quien dice que donde hay Golondrinas no hay
polución.
La Golondrina dáurica, diferente a la anterior en cuanto a morfología, biología y
ecología, es una reciente colonizadora de la Península, teniendo su mayor
densidad poblacional en el cuadrante sur occidental. Su nido consiste en un "iglú"de barro, invertido, que ubica en puentes o túneles, ya sean naturales o construidos por el hombre, además pueden usar techos de casas abandonadas y pequeñas cuevas.
Curiosamente estos nidos son usados por los Vencejos culiblancos para

criar, con lo que la dispersión de la Golondrina les favorece.
Aviones y Golondrinas pertenecen a la familia de los Hirundínidos.

Todas las especies mencionadas, a excepción del sedentario Avión roquero,
son migradores que nos
visitan en los meses más cálidos.
Realizado con Photoshop


2 comentarios:

Mad Hatter dijo...

En la ciudad de Logroño hay alguna pequeña colonia de Vencejos reales anidando en edificios, compartiendo espacio con los comunes. Los Reales son los primeros en llegar desde África (finales de marzo) y los últimos en irse (primeros de octubre). Tienen una voz muy característica y sonora.
Saludos primaverales.

F. Ugía dijo...

Te devuelvo el saludo.
Nunca hubiera imaginado que los V. reales se atrevieran a nidificar en zonas habitadas. Aquí sería impensable.
Gracias por tu aporte.