Hace muchos años un amigo de la infancia, me escribió una carta. Él tuvo que emigrar con su familia en busca de un porvenír que aquí se les denegó.
He vuelto a encontrarla y al leerla, me llena de nostalgia recordar nuestras correrías por el campo, por las calizas, cuando estaban repletas de Grajos; por los regajitos, que duraban meses y meses, con un agua tan limpia que muchas mujeres iban allí a lavar la ropa. Espero poder verlo un día y darle un abrazo.
Mientras tanto le vuelvo a dar las gracias por esta poesía dedicada al Grajo, el pájaro que siempre simbolizó al Cerro, y que cuando se paró la mina, todos la abandonaron, a lo mejor, en solidaridad con aquellas familias que tuvieron que marcharse
2 comentarios:
Hola Fernando, soy Francisco (el Paco), amigo de la infancia. Gracias por poner en tu blog la poesia dedicada al Grajo, pajaro de nuestros mejores dias vividos en la libertad y despreocupacion mas absoluta. Hace muchos años que no nos vemos pero tengo algunos cuadros tuyos que me hacen pensar mucho en ti y en el Cerro. Espero que tu y tu familia os encontreis en perfecto estado. Nosotros bien.
Un fuerte abrazo amigo mio.
"cuando las niñas se arreglan
cuando el botellín se abre"
Oye, qué dos versos más bonitos.
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